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Hipotecas sin entrada: los riesgos de financiar el 100% de una vivienda

Redacción

Uno de los principales problemas para acceder a una hipoteca es disponer del dinero necesario para la entrada. Por ello, son muchas las personas que buscan una hipoteca sin entrada. Es decir, una hipoteca que el banco financie al 100%. Aunque no es lo habitual, algunos bancos sí que ofrecen esta posibilidad siempre que el cliente tenga ahorros para asumir los gastos de formalización. Además, suelen tener unas cuotas mensuales muy altas y aumentan el riesgo de endeudarse en exceso.

Repasamos qué debes tener en cuenta antes de firmar una hipoteca al 100%:

¿Qué es una hipoteca sin entrada?

Por lo general, al pedir una hipoteca, el banco nos va a dar el 80% del valor de tasación de la vivienda. Es decir, que vamos a necesitar tener dinero ahorrado para pagar el 20% restante del valor de la casa y otro 10% aproximado para hacer frente a los gastos. 

Por el contrario, cuando hablamos de una hipoteca sin entrada, nos estamos refiriendo a hipotecas sin ahorros. Es decir, a que el banco nos dé una hipoteca del 100% del valor de la vivienda. La principal ventaja de este tipo de hipotecas es que no es necesario contar con ahorros previos para acceder a la compra de una vivienda. Sin embargo, se trata de una operación arriesgada, ya que implica un nivel de endeudamiento muy elevado, lo que hace que no siempre sea la opción más recomendable. 

¿Puedo conseguir una hipoteca sin entrada?

En la práctica, la respuesta a la pregunta de si puedo conseguir una hipoteca sin entrada o una hipoteca 100% es que sí. Sí se pueden encontrar hipotecas sin entrada y que financien la totalidad del precio de la vivienda. No obstante, hay que tener en cuenta que siempre será necesario contar con el 10% del valor de la casa ahorrado previamente, ya que vamos a necesitar estos ahorros para afrontar los gastos del proceso de compra.

En este sentido, hay que tener en cuenta que, aunque haya algunos bancos que trabajen este tipo de productos (hipotecas al 100%) y que nos permitan comprar una casa sin entrada, no es un producto hipotecario al que se pueda acceder con facilidad. ¿Por qué? Porque es un préstamo con un nivel de riesgo muy elevado.

¿Qué riesgos tienen las hipotecas sin entrada?

Aunque en principio las hipotecas sin entrada pueden ser muy atractivas, ya que nos permiten acceder a la compra de una vivienda sin disponer de ahorros previos, este tipo de hipotecas tiene una serie de características que las convierten en productos de alto riesgo. Por ello, no son lo más recomendable ni desde la perspectiva de los bancos ni desde la perspectiva del cliente. 

Algunos de los principales riesgos de las hipotecas sin entrada son los siguientes: 

Alto nivel de endeudamiento

Debido a que se financia el 100% del valor de tasación de la casa, la deuda que se genera con el banco es muy elevada. En consecuencia, el riesgo de impago es mayor que en el caso de las hipotecas ordinarias (las que financian en torno al 80% del valor de tasación). 

Cuotas con cuantías elevadas

Como el nivel de endeudamiento es elevado, las hipotecas sin entrada implican cuotas muy altas. Esto es importante porque puede suponer dificultades a la hora de llegar a fin de mes. Es decir, puede superar el porcentaje de ingresos que los expertos recomiendan que no se debe superar a la hora de pagar una hipoteca. En consecuencia, se puede llegar a tener dificultades económicas que, a su vez, facilita caer en impagos. 

Plazos de amortización muy largos

Debido al alto nivel de endeudamiento de las hipotecas sin entrada, los plazos de amortización son más largos que en el caso de las hipotecas ordinarias. Esto implica que la devolución del capital prestado se alarga durante mucho años y, en consecuencia, si las circunstancias de vida cambian, es posible que se dé una situación de impago. Por ejemplo, si el titular de la hipoteca pierde su trabajo. 

Mayor riesgo de embargo

Debido a todo lo anterior, este tipo de hipotecas implican un mayor riesgo de que se produzcan impagos y, en consecuencia, que se pueda llegar a una situación de embargo de la vivienda por parte del banco. Es decir, que el titular pierda la casa

¿Hipoteca sin entrada o con entrada?

Como se puede ver, aunque en un primer momento las hipotecas sin entrada pueden ser muy atractivas, a largo plazo pueden llegar a suponer un verdadero quebradero de cabeza si la situación económica o financiera del titular varía (algo que suele ser habitual teniendo en cuenta los plazos de amortización tan largos que suelen presentar este tipo de hipotecas). 

Por ello, aunque puede llevar más tiempo, lo más recomendable a la hora de buscar hipotecas es contar con unos ahorros previos que nos permita acceder a un producto hipotecario más seguro y que implique un endeudamiento más bajo que las hipotecas sin entrada.