La guerra lleva a los ucranianos a comprar más viviendas que nunca en España

Casi ocho millones de ciudadanos ucranianos han abandonado su país desde que a principios de año estalló el conflicto bélico con Rusia, según ACNUR. Y miles de refugiados están viviendo en alojamientos de acogida, mientras que otros han acudido en casas de familiares o han optado directamente por comprar una vivienda en diferentes destinos.

En España, sin ir más lejos, tanto la demanda como las compras de casas por parte de ucranianos se han disparado en los últimos meses hasta alcanzar cifras inéditas.

Según los datos de los notarios, solo en el primer semestre del año, coincidiendo con el inicio de la guerra, los ciudadanos procedentes de Ucrania adquirieron 1.237 viviendas en España, un 73% más que en la primera mitad de 2021 y casi un 60% por encima del promedio registrado de los últimos 15 años (774 unidades). Además, es el récord en la serie histórica que recopilan los notarios desde 2007.

Como muestra la estadística notarial, las operaciones formalizadas por ucranianos empezaron a coger vigor a partir de 2016, alcanzado un techo de 939 transacciones en la primera mitad de 2018. Respecto a la media registrada durante los años del boom inmobiliario (175 operaciones semestrales entre 2007 y 2009), el volumen de compraventas actual es hasta siete veces más alto. Y la demanda de vivienda también está creciendo de forma generalizada, tanto por ubicaciones como por tipo de inmueble.

Qué tipo de viviendas buscan los ucranianos

Los notarios sitúan en 1.612 euros el precio medio del m2 que pagaron los ucranianos por las casas en el primer semestre del año, muy por debajo del promedio del conjunto de extranjeros (2.062 euros/m2). Es, de hecho, la cuarta nacionalidad con el importe medio más bajo, solo superada por ecuatorianos (1.198 euros/m2), rumanos (1.097 euros/m2) y marroquíes (964 euros/m2); y se aleja de los más de 2.700 euros/m2 que pagaron de media entre enero y junio los compradores procedentes del norte de Europa y los estadounidenses. Por tanto, se trata en su mayoría de inmuebles de precio medio-bajo.

Emiliano Bermúdez, subdirector general de la red de agencias inmobiliarias Donpiso, afirma que el perfil de demandante de vivienda procedente de Ucrania es el de “familias con hijos, y en algunos casos mujeres solas con hijos, que tienen ayudas públicas, así como ciudadanos que vienen con el estigma de todo lo que está pasando en Ucrania”.

En la mayoría de los casos, recalca Bermúdez, son potenciales compradores de “un nivel adquisitivo medio-bajo, que buscan pisos sin grandes exigencias y que miran mucho el precio”. El subdirector general de Donpiso también añade que, en general, quieren inmuebles con dos o tres dormitorios ubicados en capitales de provincia o localidades de tamaño medio, y cerca de Madrid y Valencia en el caso del grupo inmobiliario.

Sin embargo, hay agencias inmobiliarias que también detectan una demanda dentro del mercado de lujo. Y una de ellas es Uniko International Real Estate, que afirma que está notando un impulso de la demanda desde principios de verano y no solo en el mercado de compra, sino también en el alquiler, al menos en Barcelona.

“El perfil que más se repite son familias que buscan viviendas con terrazas y/o casas con jardines, sobre todo en la zona alta de Barcelona o zonas más verdes y ajardinadas. El precio de medio de alquileres que estamos cerrando es 3.200 euros mensuales y en cuanto a venta a partir de 500.000 euros”, explican desde Uniko International Real Estate.  

La socia fundadora de esta agencia inmobiliaria es ucraniana y sostiene que “si se refiere a la demanda, me atrevería a decir que España es el destino más popular para los ucranianos y por lo tanto, los expatriados que tienen posibilidad de comprar, compran una propiedad tanto para vivienda temporal como para inversión”.

Dónde buscan vivienda los ucranianos

Según idealista/data, la demanda de vivienda en venta en idealista desde Ucrania se ha duplicado en el último año y prácticamente se ha triplicado respecto a 2020, hasta superar 91.000 búsquedas en lo que va de ejercicio.

Las tres provincias que despiertan más interés son Alicante, Valencia y Barcelona, que aglutinan casi el 60% de las búsquedas totales en lo que va de año. Y aunque destaca sobre todo el tirón de las tres capitales de provincia, también tienen demanda otros municipios como Torrevieja, Benidorm, Gandía, Cullera, Badalona, Castelldefels y Hospitalet de Llobregat.

Las siguientes provincias con más búsquedas son Málaga, Asturias, Madrid, Tarragona, Girona, Santa Cruz de Tenerife y Murcia, seguidas de Castellón, Baleares y Almería, todas con más de 1.100 entradas en lo que llevamos de 2022. En este caso, destaca el interés en municipios como Alcorcón en Madrid; Marbella, Estepona, Benalmádena o Mijas en Málaga; San Pedro del Pinatar y Cartagena en Murcia; Arona y Adeje en Santa Cruz; y Langreo o Gijón en Asturias.

En cambio, el centro peninsular (a excepción de Madrid) y la zona más occidental los números más bajos. Guadalajara, Ávila, Ciudad Real, Albacete, Cuenca, Cáceres, Zamora, Soria y Jaén, por ejemplo, registran menos de 100 búsquedas en el año, aunque son Ceuta y Melilla los destinos menos atractivos de España para buscar vivienda por parte de ucranianos (entre ambas ciudades autónomas no llegan a una decena de búsquedas).

Si miramos el incremento interanual, descubrimos que el interés ha crecido con fuerza en el último año en diferentes provincias, desde Alicante (231%) y Castellón (201%) hasta Cádiz (277%), Granada (502%) o Sevilla (298%). También destacan las subidas de Navarra (493%) y Ourense (690%).

Y toda esa demanda sigue impulsando las compraventas de viviendas en España por parte de los ucranianos. Según la última estadística inmobiliaria de los Registradores de la Propiedad, referente al tercer trimestre del año, fue la duodécima nacionalidad más destacada del mercado residencial (por detrás de Reino Unido, Alemania, Francia, Rumanía, Bélgica, Holanda, Marruecos, Italia, Polonia, Suecia y China) y registró el segundo mayor aumento de las transacciones protagonizadas por extranjeros respecto a primavera, tras el experimentado por los compradores polacos.